Hace un año, más o menos, os informé de un crimen contra el patrimonio de nuestra parroquia. Expresaba la barbaridad que se había cometido contra el Cristo que, durante mas de diez años, sacamos en vía crucis los adoradores, junto con todo aquel miembro de la parroquia que quisiera. Un crimen, porque aunque no estuviera catalogado, tenía cierta antigüedad y calidad. Pero como siempre, los gustos particulares han estropeado tan bella imagen.